Los propositos

Claves para lograr propositos y trucos para ponerlas en práctica.

¿Cuáles son las claves para lograr tus propositos?

Los factores claves sin los cuales el trabajo de un coach no sirve para nada son la resolución y la constancia del cliente. A continuación te voy a describir qué significa cada uno de ellos, el papel que juegan en el logro y unos trucos para ponerlos en práctica.

¿Qué es la resolución?

Una resolución es una decisión firmemente tomada. Una decisión que no es susceptible de ser revaluada y que se considera como definitiva.

Tener la resolución de hacer algo significa tener el convencimiento de que se van a lograr los propositos cueste lo que cueste. Que aunque implique esfuerzos e incomodidades, te vas a mantener firme para alcanzarlo.

¿Por qué es determinante?

A nivel biológico, los comportamientos que manifiestas en tu vida son producto de patrones que has ido labrando con el tiempo. La primera vez que realizas una actividad, requieres de toda tu atención. Sin embargo a medida que la practicas, después de un tiempo tu cerebro la asume por ti y la realiza de forma automática.

En el momento que decides cambiar, es necesario reversar ese patrón que con la práctica has ido labrando. Inicialmente tu cuerpo se va a rebelar porque para él es más fácil seguir en piloto automático que tener que pensar otra vez como se hacen las cosas.

Eso le causa incomodidad y te va a mandar todo tipo de mensajes para que continúes como ibas y a él no le toque salirse de su zona de confort. En este punto es importantísimo incorporar la segunda clave: La constancia.

¿Qué es la constancia?

La definición de constancia es “firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propositos”.

Tener constancia implica perseverar, darle, darle y darle hasta lograr el éxito.

¿Cómo trabajan juntas la resolución y la constancia?

Cuando estás aprendiendo algo, el que trabaja es el lóbulo frontal de tu cerebro que es donde está tu atención consciente. Él analiza, observa y busca dentro del archivo cosas o comportamientos que ya tengas almacenados para tomarlos como base y construir sobre ellos.

Al hacerlo, organiza tus neuronas de una forma diferente para que le resulte más fácil reproducir lo que le estás pidiendo. Durante esa redistribución, desconecta algunas de las neuronas que ya no estés usando y las pasa a las nuevas redes o patrones que estás creando.

¿Y cuáles neuronas ya no estás usando? Contando con que tengas resolución y no sigas labrando el patrón de comportamiento que quieres dejar atrás, las neuronas de tu “viejo yo” se han quedado sin trabajo.

La resolución ayuda a tu cerebro en la fase inicial en la que está procesando la información y tratando de conectarla con algo que le resulte familiar. Por eso en esta fase todo cuesta.

Al mismo tiempo vas a requerir de constancia en dos campos:

Para callar el bombardeo de mensajes que tu cuerpo te va a mandar para que vuelvas a tu “viejo yo” y no dejarte caer en tentación.
Para practicar tu nuevo comportamiento con perseverancia hasta hacer que a tu cerebro le resulte familiar. Me explico: Si tu lóbulo frontal trabaja hoy trabaja con la información de ayer, mañana con la de hoy y así sucesivamente, después de un tiempo no va a tener nada nuevo que aprender y lo va a pasar a la parte de atrás donde lo está esperando el piloto automático :)

Trucos para lograr tus propositos

Ahora que ya conoces lo que pasa en tu cerebro, vas a entender fácilmente por qué estos trucos funcionan:

Mantente firme con la tranquilidad de que el padecimiento se va a acabar una vez tu cerebro se reorganice. Saber que tiene un fin ayuda.
Identifica los mensajes que te manda tu cuerpo para que vuelvas a tu “viejo yo”. Además de los antojos, ponle mucha atención al diálogo interno que te dice que lo dejes para otro momento, que ahora no es conveniente o fácil, que si te sientes así de mal no puede ser bueno, que el estrés que le produces a tu cuerpo con la abstinencia le hace más daño, que biológicamente necesita lo que le estás quitando, etc.
No te latigues cada vez que recibas una señal de tu cuerpo pensado que eres débil, tonto o flojo. Eso desencadena otra conversación interna que fortalece la anterior. No juzgues ni etiquetes los mensajes. La forma más neutra de interrumpirlos es respirando profundo tres veces cada vez que lleguen.
Corta con los malos pensamientos las veces que sea necesario. Al principio serán 100 al día pero puedes tener la seguridad de que con el paso del tiempo irán desapareciendo. Recuerda que tu cerebro está trabajando en ello y dale su tiempo.

Ayúdale a tu cerebro a liberar neuronas para aligerar la carga. Esto significa no “peques” ni una sola vez porque al repetir tu comportamiento le estás diciendo a tu cerebro que esas neuronas todavía están en uso y que no puede disponer de ellas.
Practica, practica, practica. Es la única forma que conoce tu cerebro para familiarizarse con las cosas y permitirte realizarlas sin pensar.
Colabórale a tu lóbulo frontal con información que vaya afianzando el nuevo patrón. Lee libros, mira videos, oye audios o júntate con gente que esté en sintonía con tus propositos. Ej. Efectos nocivos del tabaco en la salud, consecuencias de la vida sedentaria, ventajas de llevar una vida sana, formas de canalizar la ansiedad, navega Todo Sobre Coaching, etc.
Todo lo que has aprendido en la vida lo hiciste poco a poco. A caminar aprendiste caminando y a hablar, hablando. Pasito a paso fuiste aumentando tu confianza. Cambiar tus hábitos es también un proceso de aprendizaje y no va a ser la excepción. Ve subiendo la escalera con calma.

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